COMO ELEGIR UN CACHORRO DE LABRADOR RETRIEVER (PARTE I)

COMO ELEGIR UN CACHORRO DE LABRADOR RETRIEVER (PARTE I)

Con este post comienza una serie de artículos sobre un tema muy importante: la elección adecuada de tu cachorro de raza Labrador Retriever, algo que no es tarea fácil si tenemos en cuenta que el animal que seleccionemos vivirá con nosotros durante una media de diez a quince años.

Un perro es un ser vivo, no un coche o un bien material que pueda revenderse si no «funciona como esperábamos», por eso, aunque no te lo parezca, esta debería ser una decisión muy meditada en la que sopesar con cuidado los «pros» y «contras» de convivir con un perro, además de tener en cuenta todos los matices y posibles problemas.

Tanto en internet como en diversas publicaciones caninas, puedes encontrar numerosos artículos y recomendaciones sobre los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un cachorro de cualquier raza. Si trasladamos esta información a la raza Labrador Retriever, el esquema se da a conocer de la siguiente manera:

  1. La importancia de que toda la familia esté de acuerdo en convivir con un Labrador Retriever y la asignación de responsabilidades para ofrecerle todos los cuidados que precise.
  2. La importancia del pedigrí a la hora de elegir un Labrador Retriever.
  3. El enfoque responsable en la elección de un criador de Labradores.
  4. La compra de un cachorro de Labrador Retriever.

No compres a tu cachorro de forma impulsiva

Muy a menudo, las personas compran un perro por capricho y dicen cosas como «me gusta esta raza, siempre he soñado con tenerla», «el labrador es un perro muy popular y yo quiero estar ‘a la última’ en moda», «mi vecino tiene un labrador, yo quiero otro», «los niños nos piden un perro y queremos darles ese capricho»… Todos estos argumentos serían ejemplos de compras impulsivas.

Otro ejemplo sería el hecho de entrar en una tienda de animales, ver un cachorrito en la vitrina y adquirirlo. Dejando al margen la opinión que tenemos de esas vitrinas los amantes de los animales, esa no sería una elección adecuada de un cachorro.

Hay más ejemplos como «un amigo ha tenido una camada, voy a quedarme uno», que encabezarían la lista de «Cómo no debes elegir un cachorro» que, por otra parte, a los pocos meses dejará de serlo.

En la riqueza y en la pobreza

Como hemos dicho, un Labrador Retriever vive entre diez y quince años, un lapso de tiempo en el que no sabes cómo va a ir tu vida. Siempre que miramos al futuro lo hacemos con el deseo de que las cosas mejoren, pero por desgracia no siempre es así. Puede que ahora vivas en una casa con jardín, pero tienes que estar dispuesto/a a convivir con tu perro en un piso, si fuese necesario. También tienes que tener presente que durante la vida del perro puedes cambiar de pareja y es muy posible que conozcas a alguien a quien no le gusten los perros. ¿Qué harías entonces?

En la salud y en la enfermedad

Tu Labrador Retriever va a necesitar paseos diarios y atenciones para mantener su salud. Durante todo este tiempo no podrás dejar de sacarlo a pasear por más que te duela la cabeza, que no tengas un buen estado de ánimo, que tengas dolor de garganta o fiebre… Haga frío o nieve, tu perro tiene unas necesidades que deberás cubrir. Entre ellas, una correcta nutrición, adecuado ejercicio físico, estimulación psicológica; una correcta higiene y cepillado; educación... Debes pensar en que tu perro vivirá feliz en función de si se satisfacen o no sus necesidades en su entorno social, es decir en el núcleo de vuestra familia. ¿Estás preparado/a para dar a tu perro lo que necesita en cualquier circunstancia?

Hasta que la muerte nos separe

Si te pasas todo el día en el trabajo, desde el amanecer hasta el anochecer, tal vez la compra de un Labrador Retriever no sea buena idea en tu caso, ya que esta raza es muy social y dependiente. No obstante, para cualquier perro es necesaria la comunicación con su entorno, por lo que dejarlo encerrado entre cuatro paredes durante doce horas cada día, simplemente, no es humano. Muy diferente sería si en tu caso existiese la opción de llevar a tu perro al trabajo.

Asimismo, si estás pensando en ir de vacaciones, deberás tener claro con antelación dónde y con quién dejarás a tu Labrador en caso de que no pueda acompañarte para disfrutar juntos de vuestras merecidas vacaciones.

Son muchos los aspectos a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión tan importante sobre cómo elegir un cachorro de Labrador Retriever. Por eso, en este momento me gustaría que fueses un poco hacia atrás en este artículo y volvieras a leer solo los subtítulos.

Un perro es un ser al que no puedes comprar de forma impulsiva, con el que, para bien o para mal, «te casas» durante toda su vida. Y si crees que esta afirmación es exagerada, tal vez no deberías pensar en convivir con uno.

Sí, quiero

Ahora que conoces la responsabilidad que conlleva la decisión de compartir tu vida con un Labrador Retriever (y con cualquier otro animal), ¿continúas queriendo comprar un cachorro de Labrador Retriever?

Si ya te has puesto a prueba y has tomado una decisión firme al respecto, solo nos queda felicitarte y decirte que en Helvet Can confiamos en que seas el propietario/a responsable que todo Labrador Retriever querría tener.

Para ello, deberás tener en cuenta otros aspectos importantes como la elección del sexo de tu futuro cachorro. Pero de eso hablaremos en el próximo post de esta serie de artículos sobre cómo elegir un cachorro de Labrador Retriever.

Continuará.

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